La educación ha evolucionado poco
a poco con el paso del tiempo. Antes no había escuelas, las primeras escuelas
fueron las de Platón que eran más bien como espacios de reflexión y
experimentación libre. La educación en Esparta era parecida a una instrucción
militar, había fuertes castigos, se corregía la conducta a través del dolor y
sufrimiento.
Después estuvo en manos de la iglesia católica.
Con el despotismo ilustrado se creó el concepto de educación pública, gratuita
y obligatoria. La escuela como la conocemos nace a fines del siglo XVIII y
principios del siglo XIX en Prusia que con el paso del tiempo el modelo se
expandió a nivel internacional: “educación para todos”.
La educación
en la actualidad ciertamente ha evolucionado y ha incorporado diversos métodos de
distintos autores, por ejemplo: Montessori, Decroly, John Dewey, Freinet, entre
otros.
La escuela
prusiana está inmersa en la estructura misma de nuestra escuela del siglo XXI:
en la división de edades, las clases obligatorias, los currículos desvinculados
de la realidad, si sistema de calificaciones, las presiones sobre los maestros
y niños, el sistema de premios y castigos, los horarios estrictos.
Todas
las leyes de educación nos hablan de objetivos de desarrollos humanos
profundos, valores humanos, cooperación, comunidad, solidaridad, igualdad,
libertad, paz, felicidad y se llenan de palabras hermosas. La realidad es que
la estructura básica del sistema promueve justamente los valores opuestos,
competencia, individualismo, discriminación, condicionamiento, violencia emocional,
materialismo.
Somos
iguales como individuos biológicamente, pero social y culturalmente somos
diferentes y eso no lo ha podido entender la escuela. Por eso es importante que los maestros se
hagan la siguiente pregunta ¿Cuándo están educando, están en paz o en
conflicto? Porque si no eres feliz no estas educando.
En la educación
debe haber amor, respeto y el diálogo debe estar presente en todo momento.
Tanto el maestro como los alumnos construyen juntos la educación, el maestro también
debe ser como un guía para sus alumnos y estar preparados para enseñar, aunque
sabemos que recientemente las nuevas generaciones están menos preparadas
emocionalmente y son inseguros, es decir, están en autodesarrollo y no pueden
dar lo que no tienen.
Por
eso te Invito a pensar otras formas de aprendizaje, la educación tiene que
avanzar, crecer y cambiar, pon los pies en la realidad ¿Qué le falta a la educación?
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